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Polack



Con permiso de los arriba firmantes, yo (Javi) os dejo un link para el myspace de cierto grupo granadino en el que podréis disfrutar de algunas de sus canciones... ¡Disfrutadlas!

www.myspace.com/polackgranada

Summer 78 - Yann Tiersen

Del simpático señor que nos trajo la BSO de Amelie, llega esta canción. Admitiré que a mis manos ha llegado gracias a Emilia, a veces conocida como "negra susia", pero sólo en los círculos menos recomendables como burdeles o internet. Por cierto, que no incluya el cutre-video del youtube que creía inevitable es también cosa suya. Bueno, a disfrutarlo:


Orlando; Virginia Woolf

Cuando digo que un autor es un genio, es por algo. Salvo cuando digo ser yo el genio, que no responde más que al onanismo mental y a las ganas de alimentar el ego y que, por cierto, nada tiene que ver con lo que nos ocupa. Tras un tiempo leyendo cosas de estudio, trabajos y demás, me congratulo en anunciar que he empezado a devorar otra novela de Virginia Woolf, la genial autora que nos dejó, entre otros, esa maravilla de La señora Dalloway. La obra es Orlando, una novela genial, llena de arte, de ironía, de opiniones sobre todo lo divino y lo humano... Imprescindible su lectura, de veras. Además, la traducción al español, al menos la que yo estoy leyendo, fue traducida por Borges (dos de mis autores preferidos, unidos al fin...) Para que conste la calidad de esta prosa, aquí dejo un par de fragmentos:


"¡Otra metáfora, por Júpiter! -exclamaba, al decir eso (lo que muestra el desorden y el laberinto de su estado mental y explica por qué razón la encina floreció y se marchitó tantas veces antes que Orlando llegara a definir el Amor)-. ¿Y para qué? -se preguntaba-. ¿Por qué no formular directamente en pocas palabras -y luego meditaba una hora, o tal vez dos años y medio el modo de formular directamente en pocas palabras- qué es el amor? Una comparación como la anterior es del todo falsa -argüía-, porque no hay libélula (salvo en circunstancias muy excepcionales) que viva en el fondo del mar. Y si la Literatura no es la Esposa y Compañera de Lecho de la Verdad, ¿qué será entonces? Maldito sea, ¿a qué decir Compañera de Lecho cuando se ha dicho Esposa? ¿Por qué no decir directamente lo que uno quiere, sin una palabra de más?

Entonces optó por decir que el pasto era verde y el cielo azul, para conciliar de algún modo el austero genio de la poesía, que no dejó nunca de reverenciar, siquiera de muy lejos. "El cielo es azul -repetía-, el pasto es verde." Levantando los ojos vio que, al contrario, el cielo es como los velos que Mil Madonas han dejado caer de sus cabelleras; y el pasto se apresura y se oscurece como una fuga de muchachas que huyen de sátiros velludos en bosques encantados. "A fe mía -dijo (porque había tomado la mala costumbre de hablar en voz alta)- no veo que una sea más verdad que la otra. Las dos son falsas...!" Y desesperó de resolver el problema de la poesía y de la verdad y calló en un hondo abatimiento"





"Podemos aprovechar esta pausa para hacer algunas declaraciones. Orlando se habría transformado en una mujer -inútil negarlo. Pero, en todo lo demás, Orlando era el mismo. El cambio de sexo modificaba su porvenir, no su identidad. Su cara, como lo pueden demostrar sus retratos, era la misma. Su memoria podía remontar sin obstáculos el curso de su vida pasada. Alguna leve vaguedad puede haber habido, como si algunas gotas oscuras enturbiaran el claro estanque de la memoria; algunos hechos estaban un poco desdibujados: eso era todo. El cambio se había operado sin dolor y minuciosamente y de manera tan perfecta que la misma Orlando no se extrañó. Muchas personas, en vista de lo anterior, y que tales ambios de sexo son anormales, se han esforzado en demostrar (a)que Orlando había sido siempre una mujer (b) que Orlando es ahora un hombre. Biólogos y psicólogos resolverán. Bástenos formular un hecho directo: Orlando fue varón hasta los treinta años; entonces se volvió mujer y ha seguido siéndolo."





"Lo cierto es que las diferencias de opinión suelen engendrar sangrientas revoluciones. Por menos han entrado a saco en ciudades, y un millón de mártires ha preferido morir en el tormento a ceder una pulgada de su parecer. No hay, en el tumultoso pecho del hombre, una pasión más fuerte que la de imponer su creencia a los otros. Nada puede secar la raíz de su dicha y llenarla de ira como saber que otro desprecia lo que él venera. Whigs y Tories, Liberales y Laboristas -¿qué razón les mueve a guerrear sino su prestigio? No es el amor de la verdad sino el deseo de prevalecer el que opone un barrio a otro barrio y hace que una parroquia premedite la ruina de otra parroquia. Todos prefieren la paz de espiritu y la sujeción de los otros al triunfo de la verdad y a la apoteosis de la virtud -pero esas moralidades pertenecen al historiador, y debemos dejárselas, porque son más aburridas que un día de lluvia."

Just like Heaven - The Cure

Rescatada del baúl de los recuerdos, he aquí un clásico (y tópico) que a mi personalmente me gusta muchísimo. Añado, por esto de aportar algo, la traducción de la letra.





"Enséñame,
enséñame
enséñame como haces ese truco
el que me hace gritar", dijo,
"el que me hace reír", dijo,
y me echó los brazos alrededor del cuello.
"Enséñame como lo haces
y te prometo, te prometo
que me escaparé contigo
que me escaparé contigo"

Dando vueltas en aquel mareante acantilado
besé su rostro y besé su cabeza
y fantaseé sobre todas las formas que tenía
de hacerle brillas.
"¿Por qués estás tan lejos?", dijo,
"Por qué ni siquiera sabes que estoy enamorada de tí,
que estoy enamorada de tí"

Tu, suave y única.
Tú, perdida y solitaria.
Tú, extraña como los ángeles.
Bailando en los océanos más profundos,
girando en el agua,
eres justo como un sueño

La luz del sol me devolvió a la conciencia,
debo haber dormido durante días.
Y moviendo los labios para respirar su nombre,
abrí los ojos.
Y me encontré solo, solo,
solo sobre el mar embravecido
que me robó a la única chica que he amado
y le ahogó en mis profundidades.

Tú, suave y única.
Tú, perdida y solitaria

justo como el cielo.

José Corredor Matheos; No sé si mis palabras

Sí, sé que me repito. Pero también, comprendedme, es que hacía demasiado tiempo que no colocaba nada de este magnífico poeta.


NO SÉ SI MIS PALABRAS


No sé si mis palabras
son de paz y consuelo
o de desolación.
Desolado es mi rostro
si me miro
en algún frío espejo,
desoladas mis manos
que sostienen el mundo,
desolada la mente
que sostiene mi mano.
La mirada se posa
serenamente en todo,
y el mundo se detiene,
el verso se detiene.

El general en su laberinto; Gabriel García Márquez

(...)

"No me imaginé que esta vaina fuera tan grave como para pensar en los santos óleos", le dijo. "Yo, que no tengo la felicidad de creer en la vida del otro mundo".

"No se trata de eso", dijo Révérend. "Lo que está demostrado es que el arreglo de los asuntos de la conciencia le infunde al enfermo un estado de ánimo que facilita mucho la tarea del médico".

El general no le prestó atención a la maestría de la respuesta, porque lo estremeció la revelación deslumbrante de que la loca carrera entre sus males y sus sueños llegaba en aquel instante a la meta final. El resto eran las tinieblas.

"Carajos", suspiró. "¡Cómo voy a salir de este laberinto!"

Examinó el aposento con la clarividencia de sus vísperas, y por primera vez vio la verdad: la última cama prestada, el tocador de lástima cuyo turbio espejo de paciencia no lo volvería a repetir, el aguamanil de porcelana descarchada con el agua y la toalla y el jabón para otras manos, la prima sin corazón del reloj octogonal desbocado hacia la cita ineluctable del 17 de diciembre a la una y siete minutos de su tarde final. Entonces cruzó los brazos contra el pecho y empezó a oír las voces radiantes de los esclavos cantando la salve de las seis en los trapiches, y vio por la ventana el dimante de Venus en el cielo que se iba para siempre, las nieves eternas, la enredadera nueva cuyas campánulas amarillas no vería florecer el sábado siguiente en la casa cerrada por el duelo, los últimos fulgores de la vida que nunca más, por los siglos de los siglos, volvería a repetirse.


FIN

Amigo mío. Antoine De Saint-Exupéry.




Amigo mío, tengo tanta necesidad de tu amistad. Tengo sed de un compañero que respete en mí, por encima de los litigios de la razón, el peregrino de aquel fuego.

A veces tengo necesidad de gustar por adelantado el calor prometido, y descansar, más allá de mí mismo, en esa cita que será la nuestra.

Hallo la paz. Más allá de mis palabras torpes, más allá de los razonamientos que me pueden engañar, tú consideras en mí, simplemente al Hombre, tú honras en mí al embajador de creencias, de costumbres, de amores particulares.

Si difiero de ti, lejos de menoscabarte te engrandezco.

Me interrogas como se interroga al viajero, yo, que como todos, experimento la necesidad de ser reconocido, me siento puro en ti y voy hacia ti.

Tengo necesidad de ir allí donde soy puro.

Jamás han sido mis fórmulas ni mis andanzas las que te informaron acerca de lo que soy, sino que la aceptación de quien soy te ha hecho necesariamente indulgente para con esas andanzas y esas fórmulas.

Te estoy agradecido porque me recibes tal como soy. ¿Qué he de hacer con un amigo que me juzga? Si todavía combato, combatiré un poco por ti.

Tengo necesidad de ti.

Tengo necesidad de ayudarte a vivir.

Telegramas de deseo a Sanaá; de Abd Al-Aziz Al-Maqalih

He aquí otra de las cosas que uno se encuentra en una antología de poesía árabe. La verdad es que me encanta este poemita, sobre todo donde el "me dijiste una vez"... Espero que lo disfrutéis o algo. Si no os gusta, siempre podéis quemarnos el blog :D





TELEGRAMAS DE DESEO A SANAÁ

Todos los días,
cuando me quedo a solas conmigo mismo
y tiro su equipaje,
cuando hago las maletas sobre las naves de los recuerdos,
te veo surgir en mis venas, como sangre,
como árbol, en mi sangre.
Veo que se va deshaciendo
el muro que cercaba y separaba lo que había entre nosotros,
nuestros brazos se encuentran,
y nuestros cuerpos se lanzan a abrazarse.

La tierra es la patria del poeta.
Su poema es el rostro del cielo.
Los mares, las ciudades de sus ojos.
-¿Fueron sinceros?
-No.
Desde que se ausentó tu rostro tras el humo de la desgracia,
sin patria me quedé
bajo el rostro del cielo,
sin patria osbre los mares.
Provocativa, irrestañable, tu herida yemení
fue, seguirá siendo,
la patria.

Me dijiste una vez
que era mucho más grande tu fuego que sus bocas,
que tu anhelo de agua
era más vasto aún que el deseo de la arena.
¿Qué ha podido pasar?
Las brasas están a punto de consumirse,
las arenas se arrastran sobre el cuerpo de sediento semblante.
Pero tu corazón está donde braman los mares profundos,
donde brama los vientos plenos de fuego.
Este corazón tuyo que me dijiste un día que moriría,
y seguirá siendo joven
y duro,
inmortales sus fuegos.

Estemos cerca, lejos.
Estemos lejos, cerca.
Me consumí...
Desde que tu cercanía es lejanía,
y lejanía tu cercanía.
Desde que no aguanta mi sangre el estar separados
ni acepta mi corazón estar sin tí.

Misión Bolivia 2009

Arabescos

Un poco por curiosidad y un poco por aburrimiento, me he puesto a cotillear en algunos libros de poesía árabe de todas las épocas. Aquí os dejo algunos poemas que me han parecido interesantes. La lástima es no saber árabe en absoluto, pues los recursos métricos de esa lengua se pierden por completo (al fin y al cabo, ni siquiera es indoeuropea...). En fin, espero que os guste:

RUINAS; de Umar Abu-Rixa

¡Detente... Pues aquí el hombre pierde sus sentidos.
¡Sólo arenas, escombros; derrumbado
un castillo con las almenas junto a los cimientos.
Asombrado, he vuelto la mirada en otrno mío,
preguntando a mi hoy por su pasado:
¿acaso no corría la vida sobre él?
¿ni en su grata existencia se cerraban los párpados?
¿y cumplía el Destino su sentencia
mientras los ruiseñores entonaban su dicha?...
Las pezuñas del Tiempo -devorador caballo-
casi pueden contarnos su tragedia.
No maman las espinas de sus senos,
ni grazna el buho tampoco en su cabeza,
y esas mismas arañas, aterradas,
están deseando huir de su prisión.
La mano destructora se ha cansado de él,
y hasta ella misma teme herirse a su contacto.
Aquí sólo se agitan quiméricos fantasmas.
Aquí sólo la muerte desespera.


CONFESIÓN; de Wafa Wachdi

Me admira
que, en tus ojos, la nostalgia
se me haga patria,
en la que rebelarme.
En donde enamorarme del guijarro,
juntar flores y espinas,
forjar las lanzas,
pavimentar las sendas,
disponer los montes de morada.

Me admira
que, en tus ojos, la nostalgia
se convierta en un pájaro emigrante
que los pone turbados.
Que siempre que en mis ojos aparece un rayo estremecido,
se le agitan las alas,
en temblor.
Que siempre que mis brazos le he tendido
-herido y entregado-
se queda en duermevela
sobre ellos.

Me admira
que, en tus ojos, la nostalgia
atraviese unos mares
que nunca conocieran las orillas.
Mi barco la vigila,
le da todo el cuidado que desea.
Pero sigue la mar atravesando
y siempre que divisa en lontananza
una orilla, se aleja.

Me admira
cubrir de besos la nostalgia
que descansa en tus ojos.
Para que vuelva luego con más fuerza.



COMO QUEREMOS; de Samih Al-Qasim

Si tú fueras un árbol,
yo sería ruiseñor que anidara en sus ramas.
Si un árbol fuera yo,
tú serías mi única fruta.

Si fueras una cueva,
yo sería pastor mojado por la lluvia que en ti se refugiara.
Si cueva fuera yo,
tú serías el eco permanente entre mis lados.

Sé nube,
y huerto seré yo confiado en tu gracia.
Sé colmada de alegría,
y seré corazón herido de tristeza esperando que llegues.
Sé tristeza agobiante,
y el músico seré que les dará salida a tus manantiales.
Sé noche, y seré día.
Sé día, y seré noche que te posea entera.
Sé cadáver,
y cadáver seré que repose en tus brazos.

Seamos como queremos,
para siempre:
Completándote en mi.
Completándome en ti.