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Los pergaminos mágicos

He estado curioseando un libro que me compré hace tiempo, El gran libro de las brujas, de Rafael M. Mérida Jiménez. En contra de lo que podría esperarse con ese título, es un análisis la mar de interesante de la evolución del concepto de brujería desde la grecia clásica hasta el Santo Oficio, pasando por interesantes capítulos de la concepción provenzal o morisca de la magia. Algunos de los conjuros, de las recetas para realizar algo, las encuentro bastante curiosas, poéticas incluso.

Aquí os dejo las que más me llamaron en su momento la atención, de unos papiros encontrados en Egipto cuyas fechas van desde el I a.C. (el más antiguo) hasta la caída del Imperio Romano. Todos se conservan, como no, en el Museo del Saqueo Profesional, conocido sólo a veces como Museo Británico. Como es obvio, debían ser de gente con dinero y aburrida... Por eso mismo, la mayoría son conjuros de amor o de venganza.

El Papiro XXXVI es un conjuro de amor a través de una invocación a Hécate, el fragmento del papiro IV (el más extenso) es una oración para recoger plantas que se fuesen a usar en rituales, el del papiro VII es la receta para un "filtro" de amor y el del papiro XIV es una invocación con malas intenciones a Set. Sin más, os dejo con esta muestra de arqueología tan curiosa:

Del Papiro mágico XXXVI:

Escribe sobre un trozo de cerámica cruda con un estilo de bronce:
Hécate, Hécate trimorfa, ahora que están completos los signos mágicos todos de cada forma, te conjuro a tí por el gran nombre de Ablatanata y por el poder de Agramari, porque te conjuro a ti que contienes el fuego, y a los que hay en él, a que [nombre de persona] se consuma en el fuego, a que le empujes hacia mí, porque yo sostengo en mi mano derecha las dos serpientes y la victoria de Iao Sabaot y por el gran nombre Bilcantri mopheche, tu que blandes el fuego. Que me ame ardientemente, que arda de amor por mí, sí, que sufra. Yo soy Sincutuel.

Del Papiro mágico IV:

Fuiste sembrada por Cronos, concebida por Hera, guardada por Amón, parida por Isis, alimentada por la lluvia de Zeus y creciste gracias a Helios y al rocío.
Tú eres el rocío de todos los dioses,
tú eres el corazón de Hermes,
tú eres la simiente de los dioses primeros,
tú eres el ojo de Helios,
tú eres la luz de Selene,
tú eres el celo de Osiris,
tú eres la belleza y la gloria de Urano,
tú eres el alma del demon de Osiris, la que se regocija en todo lugar,
tú eres el espíritu de amón.
Como tú exaltas a Osiris, así exáltate a ti misma y levántate igual que Helios se levanta cada día.
Tu tamaño coincide con el de la mitad del camino de Helios,
tus raíces son como las del abismo,
tus fuerzas están en el corazón de Hermes,
tus partes leñosas son los huesos de Mnevis,
y tus flores son el ojo de Horus;
tu semilla es la semilla de Pan.
Yo te lavo con resina igual que a los dioses, también para mi salud,
Queda purificada con mis oraciones y danos fuerza como Ares y Atenea.
Yo soy Hermes.
Te cojo con la Suerte Buena y con el Demon Bueno y en buena hora y más en buen día y con buen hacer en todo.

Del Papiro mágico VII:

Ante un vaso con vino, recita siete veces la siguiente fórmula: "Tú eres vino. No eres vino, sino la cabeza de Atenea. Tú eres vino. No eres vino, sino las entrañas de Osiris, las entrañas de Iao, Pacerbet; semesilam oo e patachna iaaa. En el momento en que entres en las entrañas de [nombre de persona] haz que me ame a mí, todo el tiempo de su vida.

Del Papiro mágico XIV:

Te invoco a ti, el que está en el espacio vacío, el terrible, indivisible, todopoderoso, dios de dioses, que produce la ruina y la aridez, el que odia una casa bien establecida, tú que fuiste expulsado de Egipto y viviste fuera de tu tierra, el que todo lo destruyó sin ser vencido.
A ti te invoco, Tifón-Set, te ordeno que vaticines, porque invoco tu nombre auténtico con palabras que no puedes desoír:
ïo Erbet, ïo Pacerbet, ïo Bolcoset, ïo Patatnax, ïo Ssoro, ïo Nebutosualet Aktiofi, Eresquigal, Nebutosoalet, aberamenthoou lerthexanax ethrelyoth nemareba, aemina.

Ven junto a mí, camina y arroja a [nombre de persona] en el escalofrío y en la fiebre. Obró mal contra mí y derramó la sangre de Tifón en su propia casa. Por ello haz [deseo]