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Arabescos

Un poco por curiosidad y un poco por aburrimiento, me he puesto a cotillear en algunos libros de poesía árabe de todas las épocas. Aquí os dejo algunos poemas que me han parecido interesantes. La lástima es no saber árabe en absoluto, pues los recursos métricos de esa lengua se pierden por completo (al fin y al cabo, ni siquiera es indoeuropea...). En fin, espero que os guste:

RUINAS; de Umar Abu-Rixa

¡Detente... Pues aquí el hombre pierde sus sentidos.
¡Sólo arenas, escombros; derrumbado
un castillo con las almenas junto a los cimientos.
Asombrado, he vuelto la mirada en otrno mío,
preguntando a mi hoy por su pasado:
¿acaso no corría la vida sobre él?
¿ni en su grata existencia se cerraban los párpados?
¿y cumplía el Destino su sentencia
mientras los ruiseñores entonaban su dicha?...
Las pezuñas del Tiempo -devorador caballo-
casi pueden contarnos su tragedia.
No maman las espinas de sus senos,
ni grazna el buho tampoco en su cabeza,
y esas mismas arañas, aterradas,
están deseando huir de su prisión.
La mano destructora se ha cansado de él,
y hasta ella misma teme herirse a su contacto.
Aquí sólo se agitan quiméricos fantasmas.
Aquí sólo la muerte desespera.


CONFESIÓN; de Wafa Wachdi

Me admira
que, en tus ojos, la nostalgia
se me haga patria,
en la que rebelarme.
En donde enamorarme del guijarro,
juntar flores y espinas,
forjar las lanzas,
pavimentar las sendas,
disponer los montes de morada.

Me admira
que, en tus ojos, la nostalgia
se convierta en un pájaro emigrante
que los pone turbados.
Que siempre que en mis ojos aparece un rayo estremecido,
se le agitan las alas,
en temblor.
Que siempre que mis brazos le he tendido
-herido y entregado-
se queda en duermevela
sobre ellos.

Me admira
que, en tus ojos, la nostalgia
atraviese unos mares
que nunca conocieran las orillas.
Mi barco la vigila,
le da todo el cuidado que desea.
Pero sigue la mar atravesando
y siempre que divisa en lontananza
una orilla, se aleja.

Me admira
cubrir de besos la nostalgia
que descansa en tus ojos.
Para que vuelva luego con más fuerza.



COMO QUEREMOS; de Samih Al-Qasim

Si tú fueras un árbol,
yo sería ruiseñor que anidara en sus ramas.
Si un árbol fuera yo,
tú serías mi única fruta.

Si fueras una cueva,
yo sería pastor mojado por la lluvia que en ti se refugiara.
Si cueva fuera yo,
tú serías el eco permanente entre mis lados.

Sé nube,
y huerto seré yo confiado en tu gracia.
Sé colmada de alegría,
y seré corazón herido de tristeza esperando que llegues.
Sé tristeza agobiante,
y el músico seré que les dará salida a tus manantiales.
Sé noche, y seré día.
Sé día, y seré noche que te posea entera.
Sé cadáver,
y cadáver seré que repose en tus brazos.

Seamos como queremos,
para siempre:
Completándote en mi.
Completándome en ti.